La primera gran oportunidad le llegó con Lauren Postigo y desde entonces la sevillana, primera invitada de Pablo Motos en la nueva temporada, se instaló en las portadas
Así fue esa primera noche. Hubo una primera noche en la que Isabel Pantoja nacía como estrella en la televisión.
«El cazador social». Vaya nombre. Ese era el nombre del episodio de ‘El hombre y la tierra’ previo a la presentación estelar de Isabel Pantoja en TVE, aquella veinteañera sevillana (22 años) surgida de El Corral de la Morería y que ya había dado el cante en el talent show (nadie sabía qué significaba eso) de los domingos por la mañanas ‘Gente joven’ y que estaba dispuesta a arrimar pechuga en ‘Curro Jiménez’. El 17 de marzo de 1978 los solapones de Lauren Postigo ventilaban la mirada de niña espabilada de Isabel, la que iba a cantar ‘Ahora me ha tocao a mí’ después haber dado paso en ese programa a las grandes: Juanita Reina, Lola Flores o Rocío Jurado. Ahora le tocaba al nuevo valor de esa copla de floripondios y retruécanos de Postigo, quien birló a Miguel de la Hoz la maternidad del formato. Postigo versus Pantoja.
En El Corral de la Pacheca volaban los claveles, el sueño de cualquier aspirante de la época, y la gran voz de Isabel quedó alfombrada de flores mientras daba así el salto a las revistas como soltera en busca de pretendientes, palabras de entonces.
El empaque algo distante, antipático (por soberbia), de diva de la sevillana la puso de inmediato en las portadas, acompañada de amores y rumores. Isabel Pantoja germinó desde aquella noche de TVE, como le había pasado a Miguel Bosé, a Paco Gandía o a Enrique y Ana con José María Íñigo. Una oportunidad bien aprovechada cuando había 20 millones de españoles viendo una casi única cadena en una única pantalla.
La primera competencia televisiva que tuvo Isabel Pantoja fue ‘La clave’. Las vidas de la hija de Ana Martín, la ‘madre de la Pantoja’, han sido retransmitidas en simulación en diferido desde entonces. Se casó en el más multitudinario ‘Bla, bla, bla’, antepasado hidalgo de ‘Sálvame’, y actuó en un olvidado programa nocturno de lucecitas, ‘Superstar’, una semana antes del fallecimiento de su esposo, Paquirri, presente en el plató. Como Viudísima de España TVE se encargó de grabar de forma mimada su vuelta a los escenarios, con la Reina como testigo; y Josema y Millán se turnaban en su imitación, con Paqurrín o Encanna Sánchez. Qué Nochevieja la de El 92 cava con todo.
Poco antes se había agenciado otra tanda de portadas haciéndose la actriz junto a José Coronado y Arturo Fernández mientras se avivaba su rivalidad con la chipionera Rocío Jurado. Se llama copla, pero en realidad se llamaba parné. Ganas de figurar y cobrar. Entre herencias, noviazgos y galas jaleadas por las matronas de cada lugar, Isabel no faltaba en cada matinal, de públicas y privadas, empapelando horas de vídeos y tertulias. Incapaz de dorar templanzas, sólo su nombre suscita de inmediato muecas. Cuando el mundo rosa televisivo se cuajó con el cianuro, a partir de la reacción química en Telecinco del ‘Qué me dices’ y de su sublimación, ‘Aquí hay tomate’, La Pantoja y su «higo» se convirtieron en los personajes indispensables de cada entrega.
Las autonómicas, siempre fieles a su servicio público, terminaron de jalearlo todo con ‘Tómbola’. Canal Sur dejó de emitirlo bien temprano, en el 97, pero montaba sus tómbolas por su cuenta. Una llamada de Isabel Pantoja, con voz de vecina de patinillo («estoy hartaaa de la familia Rivera»), apareció de improviso en el programa de Agustín Bravo.
Telecinco halló su perfecta diana en la Isabel marbellí. La novia de Cachuli, la del gesto soberbio de los besos en El Rocío, la vecina de La Pera y de Mi Gitana, custodiada por los paparazzi. «Dientes, dientes». La niña de ‘Cantares’, la viuda, el juguete de Martes y Trece, la coplera de Murcia, qué hermosa eres, se nos convirtió en alfil de la Operación Malaya. Se llama bolsa.
Telecinco quiso aprovechar las brasas. Un millón de euros por levantar Supervivientes, por unas campanadas junto a Jorge Javier Vázquez. La reina coplera pasó por la cárcel y su parentela giró durante años por los platós hasta el fin de ‘Sálvame’. Ella fue récord de audiencia en ‘El Hormiguero‘ y ahora vuelve este lunes para abrir la temporada de Pablo Motos con ruido.