| Carlos Pérez Rivera | carlosprivera@esmaile.es |
La moda de criar gallinas en casa. Si, el ecologismo, la sostenibilidad, ser autosuficientes y tener aprecio por los animales ha hecho que esta responsable ocupación se haya convertido en tendencia. A poco que se tenga un espacio lo suficientemente amplio en el patio o jardín, terraza o balcón, no contravengas la normativa de la Comunidad de Propietarios caso de vivir en comunidad, y ser aseados con el cuidado de los animales, podrás tener tus propias gallinas en casa. Atentos al libro que sale mañana ‘El zen y el arte de criar gallinas’, de Ediciones Siruela.
| Gallinero de pequeño formato con capacidad para dos aves | Foto: Leroy Merlin.
Pero atentos al artículo 3.a de la reciente Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales, en relación a la moda de criar gallinas en casa, que literalmente dice:
Animal de compañía:
“Animal doméstico o silvestre en cautividad, mantenido por el ser humano, principalmente en el hogar, siempre que se pueda tener en buenas condiciones de bienestar que respeten sus necesidades etológicas, pueda adaptarse a la cautividad y que su tenencia no tenga como destino su consumo o el aprovechamiento de sus producciones o cualquier uso industrial o cualquier otro fin comercial o lucrativo y que, en el caso de los animales silvestres su especie esté incluida en el listado positivo de animales de compañía. En todo caso perros, gatos y hurones, independientemente del fin al que se destinen o del lugar en el que habiten o del que procedan, serán considerados animales de compañía. Los animales de producción sólo se considerarán animales de compañía en el supuesto de que, perdiendo su fin productivo, el propietario decidiera inscribirlo como animal de compañía en el Registro de Animales de Compañía”.
| Gallinero de gran formato, con capacidad para de 6 a 8 gallinas | Foto: Alice’s Garden
Existe además una Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC), asociación sin ánimo de lucro con las bases de datos de las comunidades y ciudades autónomas españolas, para la recuperación de animales de compañía.
La moda de criar gallinas en casa
Así que, la moda de crear gallinas en casa se presenta como algo divertido, que nos engrandece como ciudadanos de este mundo, son animales fáciles de cuidar y entretenidos para mirar. Pero, cuidado, no molestemos a nuestros vecinos ni convirtamos la afición en una actividad molesta, insalubre, nociva, peligrosa o ilícita. Como bien nos advierte el artículo 7.2 de la Ley de Propiedad Horizontal, en base al cual nuestros vecinos nos pueden interponer una demanda por malos olores y ruidos o simplemente y ya con la Ley de Bienestar Animal, por falta de atención a las aves.
| La simpática gallina Plymouth Rock | Foto: Pazo de Vilane
En cualquier caso, ¿cómo empezar una ‘granja’ de gallinas adaptada a tus posibilidades? En España tenemos un buen elenco de razas de varias nacionalidades, del que os proponemos cuatro ejemplares. ‘Gallina Castellana Negra’, la única de estirpe española sin influencia de otras razas extranjeras. Fueron traídas por los árabes en el siglo VIII. La ‘Gallina Mos’ que está experimentando un resurgimiento en las dos últimas décadas y se adaptan muy bien a las condiciones climáticas duras, sobre todo al frío. La ‘Gallina Marans’, una raza francesa ágil y fuerte. ‘Gallina Plymouth Rock’ surgida en el siglo XIX en el estado de Massachusetts (EEUU), de carácter tranquilo y amistoso que pueden vivir hasta 10 años.
El zen y el arte de criar gallinas
Ediciones Siruela publica mañana 5 de julio un libro póstumo: ‘El zen y el arte de criar gallinas’ de la psicóloga y educadora Clea Danaan (1976-2020) del que extraemos un adelanto:
“Nuestras acciones influyen en nuestra salud, la salud de los que nos rodean y la salud de la tierra. En este punto de la evolución, estamos acabando con la ilusión de que somos seres independientes que podemos hacer lo que queramos. Criar gallinas es un voto a favor de una economía más empática y basada en la naturaleza, es una lección de interconexión, responsabilidad y empatía. Desarrollar una relación con las gallinas es una muestra clara de cómo somos seres independientes y, a la vez, interconectados, lo que Suzuki Roshi definió como “un completo destello en el vasto mundo fenoménico”, seres que se amoldan los unos a los otros en el seno de la inmensidad”.